Viajar es expandirse, y eso fue exactamente lo que vivimos con Zete Studio en nuestra primera visita a Brasil. Cruzamos fronteras con el corazón lleno de expectativas y la mente abierta a nuevas posibilidades, llevando con nosotros nuestra historia, nuestras raíces y nuestra manera de ver el diseño como un lenguaje que conecta, emociona y transforma espacios.
Desde el primer momento, Brasil nos recibió con calidez, ritmo y una energía vibrante que se alinea profundamente con nuestra filosofía: crear desde lo humano, lo cercano, lo auténtico.
Uno de los momentos más significativos fue cuando compartimos la historia de Zete Studio: cómo nació desde la idea de habitar el mundo con belleza y cuidado, cómo cada mueble es más que un objeto, cuentan historias , es un puente entre la tierra y el cuerpo. Ver cómo esa visión resonaba con personas de otro país fue profundamente emocionante.
Brasil nos enseñó sobre la fuerza del arraigo, el valor de los materiales nobles y la poesía que nace entre lo ancestral y lo contemporáneo. Dialogar con los tonos tropicales y la arquitectura espontánea de Brasil. Fue un intercambio vivo, donde no solo mostramos lo que hacemos, sino que también aprendimos nuevas formas de mirar, de habitar y de crear.
Después de un viaje transformador por tierras brasileñas, regresamos a Zete Studio con la mente y el alma inspiradas. Nos sumergimos en paisajes, oficios y formas de habitar que dialogan profundamente con nuestra búsqueda de diseño con sentido.
Este viaje marcó un antes y un después para nosotros; reafirmamos que el lenguaje del diseño consciente no tiene fronteras. Volvemos a Colombia con el corazón agradecido, el alma llena de ideas nuevas, y el firme deseo de traducir todo lo aprendido en piezas que celebren la vida, la tierra y la memoria.
Gracias, Brasil. Nos vemos pronto.